Bogotá y sus alrededores

La capital nos recibió con algunas lluvias; pero el cariño de Caro, nuestra querida amiga colombiana, hizo de nuestra estadía uno de los mejores momentos de nuestro viaje. Bogotá, es una ciudad grande, pero muy, muy apacible. Las calles de la Candelaria, el casco histórico, el Museo de Botero, la Casa de la Moneda, el Museo Nacional, el Museo del Oro son lugares que no se pueden dejar de visitar. Y por otro lado, los pueblitos vecinos: la Catedral de Sal de Zipaquirá, Sopó y Tocancipá con sus iglesias y la tranquilidad de sus plazas fue un lindo recorrido para una tardecita de julio.