Después de tanta espera comenzó nuestro viaje y llegamos a Cuba. Viviendo en una casa de familia en el corazón de la Habana Vieja nos dedicamos a caminar por sus calles una y otra vez. El calor es agobiante, pero las diferentes realidades de cada esquina te hacen olvidar los mas de 32 grados que brinda el clima cubano. Hemos perdido nuestros nombres y pasamos a ser solo Argentina, oportunidad mas que provechosa para conversar sobre futbol. Así se vive la Habana, segura y alegre, sorprendente y muy, pero muy multifacética.
No hay comentarios:
Publicar un comentario